Así como la visita a las Tablas de Daimiel en abril de 2017 fue decepcionante en comparación con otras anteriores, en este enclave, a escasos kilómetros de allí y a un par de ellos de Daimiel, ocurrió todo lo contrario. Se trata de una laguna inundada por las aguas de la depuradora, que asegura un nivel constante sin las oscilaciones de Las Tablas. Su tamaño, en torno a un km. de diámetro, y la existencia de caminos bien acondicionados y varios observatorios, facilitan el recorrido y la contemplación de las numerosas aves que viven en él. Además de las aguas depuradas, un sistema de recogida de la de lluvia garantiza el nivel y la calidad del agua.
Pueden observarse a muy poca distancia flamencos, ánades reales, aguiluchos laguneros, gaviotas, zampullines, cigüeñuelas y sobre todo, la estrella del lugar; la malvasía cabeciblanca.
Lo flamencos que sobrevuelan constantemente la laguna, se nutren dentro de ella con sus cabezas sumergidas la mayor parte del tiempo en busca de alimento.
Es uno de los lugares que los amantes de la ornitología no pueden perderse y del que muchos organismos deberían tomar nota en cuanto al aprovechamiento de las aguas residuales.
Fotos (de izquierda a derecha y de arriba a abajo):1 a 8 Vistas de la laguna. 9 y 10 Flamencos. 11 Tarro blanco. 12 Focha común
Acceso a la página oficial desde aquí
Cómo llegar